El riesgo químico en el mantenimiento subcontratado
El mantenimiento se dedica a mantener la actividad de la industria al más alto nivel posible, asegurando la fiabilidad, la productividad y la seguridad de los equipos.
Diferentes tipos de mantenimiento se llevan a cabo en los sitios industriales: mantenimiento del material y de las herramientas de producción, de las baterías, de las instalaciones de tratamiento de aguas residuales, de camiones… Durante estas operaciones, el equipo de mantenimiento puede trabajar en condiciones difíciles y estar expuesto a diferentes productos.
El mantenimiento industrial incluye la verificación de los equipos con el fin de anticipar cualquier disfuncionamiento, la limpieza para asegurar un buen funcionamiento, así como las reparaciones de las instalaciones si llega el caso.
Ejemplos de operaciones de mantenimiento en un sitio de fabricación
- Mantenimiento de los equipos de producción y de las herramientas (tuberías, bombas, motores, cubas, cisternas…)
- Mantenimiento de las baterías (carretillas elevadoras, sala de baterías)
- Mantenimiento de las instalaciones de tratamiento de residuos
- Mantenimiento de los vehículos (de transporte de productos químicos, de la leche en la industria lechera por ejemplo…)
Riesgo químico
Para las operaciones de verificación y de reparación, el riesgo puede estar vinculado a varios productos químicos presentes en el sitio. Por ejemplo, un accidente común ocurre cuando un operario comprueba tuberías y compuertas que deberían de estar vacías pero recibe una salpicadura de productos residuales. También pueden ocurrir salpicaduras durante el relleno de las baterías (o una explosión), o durante el mantenimiento de las instalaciones de tratamiento de los residuos (presencia de ácidos, bases, lejía…), o durante el uso de pasta de pasivación (conteniendo ácido fluorhídrico) para soldar acero.
Las operaciones de limpieza industrial química representan también una fuente de riesgo importante. Consiste en quitar todo tipo de depósitos de las superficies metálicas tales como tuberías o cubas derramando soluciones de limpieza específicas. La sosa es generalmente usada para la limpieza de cisternas o camiones de transporte de leche por ejemplo.
Además del riesgo químico, las condiciones de trabajo de los equipos de mantenimiento pueden complicarse cuando hace falta hacer operaciones en altura o directamente dentro de las cubas, o cuando las condiciones requieren que el operario esté solo. Eso aumenta las limitaciones de trabajo y obliga a que el trabajo se haga rápidamente. Los equipos de mantenimiento pueden también intervenir en operaciones no planificadas, en urgencia, como durante un accidente. Los productos químicos encontrados durante estas operaciones son numerosos, y a veces desconocidos (residuos de fabricación…), así como los riesgos asociados.